lunes, 23 de julio de 2007

Mildred

Cuando una empresa quiebra es muy sencillo decir que algo ha fallado. Y es verdad. Algo no ha funcionado como debía. Desde la parte empresarial hasta la social.

Vaya por delante mi solidaridad con los trabajadores. Al fin y al cabo son los únicos a los que se les puede eximir de responsabilidades.

Desde hace décadas Huesca sufre un azote industrial al cual no se le ve final.

Ahora nos toca Mildred. No voy analizar aspectos que otros ya han tocado, el político-empresarial, el social y el sindical.

Me voy a detener en una parte del circuito industrial del que nadie ha dicho nada como son las cadenas de distribución.

Una fábrica no es solo producir cosas. sino que hay colocarlas en el mercado para venderlas. Y esto no siempre es fácil. Sino que se lo pregunten a los agricultores como venden sus productos a bajos precios, precisamente por las presiones de las cadenas de distribución.

Si Mildred solo tenía un cliente, Lidl, habría que analizar poque fue así. Si por presión de otras cadenas de distribución, por no tener precios competitivos por ...

De este tema nadie ha hablado. ¿Será porque fue la causa del cierre de otras empresas?.

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